Una mujer pasea con una reproducción del Guernica de Picasso bajo el brazo. En las tiendas rusas, circulan billetes y monedas con frases pidiendo el fin de la guerra. Hay pequeñas pintadas y pegatinas con el símbolo de la paz en paredes. Lazos verdes atados a las farolas, personas que portan folios con eslóganes contra Putin y juguetes de los que cuelgan mensajes que recuerdan a las víctimas civiles de la invasión. Rusia ha detenido a cientos de activistas desde que empezó la guerra en Ucrania y, aunque ya no se ven multitudinarias manifestaciones en las calles de sus principales ciudades, otro tipo de protesta silenciosa y clandestina se extiende por el país.