Si una semana se hace larga en política, para Jerome Foster el último año ha sido una eternidad. A principios de 2020, este joven de 18 año protestaba cada semana desesperado frente a la Casa Blanca pidiendo acciones contra la crisis climática. Ahora ha entrado en el corazón del poder estadounidense para ayudar a diseñar la política climática de la Casa Blanca.
En una señal de la creciente influencia política del movimiento juvenil por el clima que ha florecido en todo el mundo en los últimos años, Foster ha sido incluido en un grupo de asesores de Joe Biden que informarán al presidente en cuestiones relacionadas con la justicia medioambiental, donde las comunidades negras y las comunidades con pocos recursos son quienes sufren las mayores consecuencias derivadas del cambio climático y la contaminación.