El primer videojuego protagonizado por una mujer (exceptuando Ms Pac-Man) fue Metroid (1986). Durante toda la historia se controlaba a Samus Aran, un soldado espacial enfundado en un traje que le cubre de los pies a la cabeza. Y no es hasta llegar al final cuando, para sorpresa del jugador, se quita el casco y descubre que es una chica. Pero ¿por qué la feminidad fue tratada como un giro de guion? Porque en la cultura del sector predominaba otra cosa: la damisela en apuros como la princesa Peach.
Más tarde llegaron figuras como Chun-Li, que hizo su primera aparición en Street Fighter II: The World Warrior.