En 1966, Robert Bresson estrenó Al azar, Baltasar, la historia de un burro que comienza envuelto en cariño y cuidados humanos pero que avanza entre la crueldad de una sociedad que trata a los animales a palos. Bresson contaba, a través de Baltasar, la historia de su joven protagonista, Marie. Ambos sufren a manos de las mismas personas, como ese novio maltratador capaz de encender un papel atado a la cola del burro. Bresson miraba al mundo desde los ojos de un burro. Era una mirada pesimista.
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