En los suburbios, favelas, cerros y zonas pobres de Brasil, donde viven casi 14 millones de personas, las instrucciones de prevención del Ministerio de Salud no son fáciles de cumplir. En estos territorios clasificados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística como "aglomeraciones irregulares", los denominados comunicadores populares son esenciales.
Ante la ausencia de medidas del Gobierno Federal dirigidas hacia las favelas, y mientras el presidente Bolsonaro ha respondido con un "¿y qué? ¿qué quieren que haga?" al alarmante repunte de muertes, hablamos con "comunicadores populares" en cinco capitales del país: Belém, Salvador, Pernambuco, São Paulo y Río de Janeiro, que se organizan para luchar contra la pandemia.