“El país camina hacia la absoluta normalización institucional a toda velocidad”, dijo el ministro de Justicia de Brasil, Flavio Dino, tras definir los acontecimientos del domingo como la experiencia del “Capitolio brasileño”. Según Dino, hay plena coincidencia entre autoridades civiles y militares sobre “la necesidad de proteger la democracia” y concuerdan en el análisis de que “golpistas y delincuentes fracasaron en la ruptura de la legalidad”.
Entre las medidas tomadas por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y las que adoptó el juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, fue posible el desalojo de centenares de bolsonaristas que se encontraban desde hace dos meses instalados en un campamento frente al Cuartel General del Ejército.