Una tragedia desaparece en el momento en el que deja de salir en los medios. Lo que no se ve no existe, y lo que ayer era noticia mañana será olvidado por todos. El ritmo informativo es frenético, y la gente pronto se cansa y se insensibiliza ante los temas que se repiten una y otra vez. Cuando el 24 de febrero de 2022 Rusia comenzó la invasión de Ucrania los telediarios y los periódicos no hablaban de otra cosa. Dos años después casi nadie se acuerda de que la guerra sigue en activo.