En medio de la polémica sobre la figura de Napoleón en Francia, dividida entre partidarios de conmemorar el bicentenario de su muerte y los que lo consideran un tirano, el presidente francés, Emmanuel Macron, asumió este miércoles su herencia "jalonada de errores y de acciones que han forjado la nación".
Unos y otros, aseguró el presidente, forman parte de un pasado que merece ser "mirado de frente" en nombre de "la lucha contra la ignorancia" para avanzar en el conocimiento del presente y poder seguir construyendo el futuro.