El exasesor de seguridad nacional de Donald Trump, John Bolton, rechazó declarar ante la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU durante el proceso de impeachment al presidente. Su testimonio hubiese sido fundamental, ya que los compañeros de partido de Trump alegaban que ninguna de las personas que pasó por allí era testigo directo de lo que había ocurrido. Bolton sí que lo era, pero lo que no consiguió el Congreso, lo consiguió un contrato editorial de aproximadamente dos millones de dólares para escribir sus memorias. Ahora los demócratas se preguntan qué hubiese pasado si Bolton hubiese contado entonces lo que ha contado ahora.