Acorralado primero por las graves protestas y después por la devastadora pandemia, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha ofrecido este martes su última rendición de cuentas ante el Congreso, en la que ha pedido "perdón" por sus errores y ha anunciado sorpresivamente su respaldo al matrimonio gay.
En un discurso de más de una hora y media, Piñera ha repasado algunos de sus logros, pero también ha hecho autocrítica, sobre todo en la gestión de la pandemia, que ya deja casi 1,4 millones de infectados y 29.300 muertos y ha sumido al país en una severa crisis económica.