El Estado, a través del FROB, ha votado este viernes en contra de la política de remuneración de CaixaBank, entidad donde tiene el 16% de las acciones tras la fusión con Bankia, según ha adelantado EFE y ha confirmado el accionista a este medio. Esta política contemplaba una subida salarial para el presidente del grupo, José Ignacio Goirigolzarri, procedente de la entidad rescatada, al pasar de cobrar 500.000 euros a 1,65 millones de euros anuales. Pese al rechazo del Estado, la medida ha sido aprobada por la mayoría de los accionistas del grupo.