Hace 32 años una imagen pasaría a la historia del cine y se convertiría en un icono feminista que traspasaría generaciones. Thelma y Louise se miran, se besan, y aprietan el acelerador del coche que salta hacia el precipicio. Dos mujeres luchando contra un sistema machista que prefieren el último acto de libertad y rebeldía antes que ceder. La fuerza de aquel instante sigue siendo innegable. La película de Ridley Scott no solo fue un éxito en taquilla, sino que presentaba en pantalla a dos mujeres como Hollywood no las había mostrado hasta entonces.
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