Alma Mahler se ponía las bragas empezando siempre por el pie derecho. Por este detalle, Oskar Kokoschka dio un toque de atención a su criada cuando esta agarró a la muñeca y la empezó a vestir poniéndole las bragas por el pie izquierdo “¡No! -gritó imperativo el pintor-¡No lo hagas, trae mala suerte!” .
La obsesión de Oskar Kokoschka llegó a tal punto que encargó una muñeca que fuese una reproducción exacta de Alma Mahler. La muñeca fue creada a partir de los dibujos y bocetos que el pintor había tomado durante el tiempo que estuvo junto a la compositora.