En otro suceso inédito en Israel, el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, ha anunciado este miércoles que pedirá la inmunidad al Parlamento, lo que congelaría temporalmente su procesamiento por tres cargos de corrupción y le daría un poco más de oxígeno para seguir en primera línea política sin ser juzgado.
El terreno desconocido en el que se ha adentrado la política israelí en el último año ha añadido este martes una nueva dimensión con la petición de inmunidad parlamentaria de un jefe de gobierno en activo.
"Bibi" (como se conoce popularmente en Israel a Netanyahu), acusado desde noviembre de cohecho, fraude y abuso de confianza, y que no logró formar un Ejecutivo tras las elecciones generales de abril y septiembre pasados, consigue con esta decisión postergar el comienzo del juicio en su contra, probablemente hasta después de la formación del Ejecutivo tras los comicios del próximo 2 de marzo.
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