En la región china de Xinjiang, concretamente en la ciudad de Tumxuk, los funcionarios han recogido sin consentimiento muestras de sangre de cientos de uigures como parte de una campaña de recolección masiva de ADN, según informa The New York Times.
El objetivo, según el diario estadounidense, es intentar crear imágenes faciales exactas con la información de las muestras de ADN, una tecnología que podría ser utilizada en contra de la minoría uigur y de cualquier disidente del Gobierno. Además está siendo desarrollada gracias a la pasividad de la comunidad científica internacional, según las investigaciones del periódico.
El desarrollo de esta tecnología se está llevando mayormente a cabo en laboratorios dirigidos por el Ministerio de Seguridad Pública de China, y al menos dos científicos chinos que trabajan con el ministerio han recibido financiación de instituciones respetadas en Europa, concretamente la Max Planck Society de Alemania y la Erasmus University Medical Center de Holanda.