Dos semanas después de que más de un millar de exmilitares franceses incitaran a la insurrección en una carta abierta, una segunda tribuna publicada el pasado fin de semana mantiene la polémica viva. Esta vez son militares en activo, escondidos tras el anonimato, quienes muestran su apoyo a los combatientes retirados que aseguraron que "Francia está en peligro" ante la amenaza de los "islamistas" y los "antirracistas" y la inacción de la clase política restablecer la seguridad. Ambos textos cuentan con el respaldo de la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, quien se ha apropiado de su discurso y ha aprovechado para criticar al Gobierno por "no tomarlos en serio".