"No esperéis más. ¡Liberad a nuestros niños!" Es el grito desesperado de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, madre de dos niños, de 9 y 3 años, que clama por poder "dar una vuelta" con sus hijos.
El caso del confinamiento de menores en España es relativamente singular en la Unión Europea. Pero también lo son sus extraordinarias cifras de contagios y de fallecidos, si bien Italia, el país europeo donde el coronavirus ha dejado más muertos, permite que salgan acompañados con uno de los dos padres.
Mientras el Gobierno sopesa cuándo abrir las puertas a los niños, y crece la presión para que eso ocurra, ya ha decidido que el curso escolar no se alargará pasado junio haya o no clases, y el tercer trimestre se dedicará sobre todo a consolidar conceptos ya dados.