Tic, tac, tic, tac. La cuenta atrás vuelve a ser una losa en Londres y en Bruselas. Por mucho que Boris Johnson haya fanfarroneado con una salida sin acuerdo de la UE, sabe que puede acarrear una crisis profunda en Reino Unido. Y, por mucho que la UE haya dicho que no quiere reabrir el acuerdo de retirada, sabe que las consecuencias un Brexit caótico pueden ser demoledoras en un momento de ralentización económica como está viviendo el continente.
Nadie quiere un no acuerdo. Pero, está a la vuelta de la esquina.
Tic, tac, tic, tac.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, dijo hace unos días, tras verse con Johnson, que sólo había dos opciones: "Extensión o no acuerdo".