Con la selva amazónica brasileña en llamas en diversos puntos, el gobierno de Jair Bolsonaro ha sido objeto de duras críticas dentro y fuera del país. Como respuesta, el presidente acusó a las ONG de haber causado los incendios y abrió conflictos con líderes internacionales que criticaron la postura del actual Gobierno frente a la crisis. En una reunión con los gobernadores de los estados afectados, el presidente lanzó nuevas acusaciones, afirmando que si las demarcaciones de tierras indígenas pendientes fuesen aprobadas, "el fuego en la selva amazónica acabaría en dos minutos.
El avance del incendio coincidió con el "Día del fuego",orquestado por WhatsApp por productores rurales, comerciantes y usurpadores de tierras de la región norte, mayoritariamente en el estado de Pará.
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