"Antes, cuando tú te comprabas un piso, la banca lo valoraba mediante una tasación. En muchos casos las tasaciones estaban amañadas. ¿Cuánto quieres? 100.000. Vale, pues te voy a poner que vale 120.000 y así te compras los muebles, el garaje, el coche y te pagas la boda".
Las palabras son del economista Alejandro Inurrieta en una reciente entrevista en este diario y describen una realidad no tan lejana, pero que definitivamente ya pasó. Hoy en España se firman cinco veces menos hipotecas al mes que en el pico de la burbuja, cuando alcanzamos las 180.000 (septiembre de 2005).
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