Hace pocos días, a cientos de fans del grupo estadounidense Black Keys les dieron con la puerta en las narices cuando acudieron con ilusión y entradas de hasta 700 dólares a verlos en directo en Los Angeles.
Como ocurrió con Rosalía, la banda sacó los tickets a un precio barato —25 dólares— y se agotaron enseguida. Poco después estaban a cientos de dólares en StubHub, la subsidiaria de eBay en la que también han acabado a miles de euros las de la cantante catalana. Ahí, y en otras plataformas de reventa, fue donde todos aquellos que no consiguieron una entrada acudieron a comprar la suya. Y fueron precisamente ellos los que se quedaron sin entrar.