España ha afrontado el temporal más duro de los últimos 50 años. Aunque casi todo el país ha sufrido sus consecuencias, la borrasca Filomena ha colapsado Madrid y se ha cebado con parte del territorio de Castilla-La Mancha, especialmente Toledo. En la capital estuvo nevando durante 30 horas seguidas y se acumularon más de 30 centímetros de nieve que días después siguen afectando al transporte o al acceso a servicios esenciales como escuelas u hospitales. La nieve no dejó prácticamente lugar sin cubrir de blanco.