Durante casi 20 años de estrecho trabajo quedaron para la posteridad otras obras maestras como Belle de Jour (1967), Diario de una camarera (1964), La vía láctea (1969) o El fantasma de la libertad (1974).

Del Discreto encanto de la Burguesía, Carrière, Oscar honorífico en 2014 por su carrera, recordó en una entrevista concedida a EFE en 2012 que en dos años se escribieron "cinco versiones diferentes antes de lograr encontrar el equilibrio del filme". Lo mas difícil era "hacer un filme que no fuese ni ordinario, ni banal, ni un filme fantástico; el camino era muy estrecho", por lo que se tuvieron que hacer cinco versiones, explicó entonces.

Aparte de la labor en la gran pantalla, Buñuel y Carriére eran íntimos amigos desde que se conocieron en el Festival de Cannes de 1963. A excepción de su mujer Jeanne, la persona con la que el director aragonés convivió "más tiempo" y con "mayor intensidad" fue Carriere, afirmó en un artículo de 2018 Javier Herrera, uno de los grandes especialistas en Buñuel.

Los trabajos de Carriére en el cine no se resumieron a Buñuel. Prestó su pluma a Milos Forman (en Taking off, 1971), Volker Schlondorff (El Tambor de Hojalata, 1979, Palma de Oro en Cannes), Philipp Kaufman (La insoportable levedad del ser, 1988) y Jean-Paul Rappeneau (Cyrano de Bergerac, 1990). El guionista firmó una abundante y rica obra literaria, gran parte centrada en las religiones.

Ateo declarado, Carriére, también dramaturgo y actor, escribió sobre el budismo, el hinduismo y el cristianismo. Una de sus novelas más célebres fue La Controverse de Valladolid (1999), acerca de la conquista del Nuevo Mundo por parte de los españoles. Medalla de la Orden de las Artes y las Letras de España de 2011, estuvo en activo hasta su fallecimiento. En 2018, escribió un ensayo sobre las religiones, La Valléé du Neant, y en 2020 colaboró en Le sel des larmes, de Philippe Garrel.