Para entrevistar a Montero Glez hay que retroceder en el tiempo y marcar los números de un teléfono fijo de esos que mucha gente ya ni tiene en casa. No le gustan los móviles táctiles y sigue escribiendo a mano los textos que después pasa al ordenador. Tampoco es amigo de los libros en formato digital, porque la pantalla retroiluminada hace que la lectura sea más rápida y le produce ansiedad. Al autor de la novela Carne de sirena (Temas de hoy), le gusta caminar despacio, por eso vive alejado de todo en Cádiz.
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