Sara es una adolescente con obesidad que sobrevive a las continuas y crueles burlas de varias chicas de su pueblo. Es verano, la época del año más odiada por lo que implica el calor y que el plan estrella sea ir a la piscina: enseñar nuestros cuerpos. En su caso, opta por el mediodía, las horas más asfixiantes y vacías, para ir a darse un chapuzón. Pero siempre alerta, siempre con cara de angustia y pánico a ser vista. La desgracia ocurre en una jornada especialmente sofocante, en la que el citado grupo de adolescentes la descubre bañándose.