Fueron un grupo de 35 presos republicanos españoles, entre ellos una mujer, que sufrieron como pocos la represión de los totalitarismos. Tras la victoria de los franquistas en la Guerra Civil, fueron internados en campos de refugiados del sur de Francia. Más tarde, cuando los alemanes invadieron el país en 1940, fueron trasladados como mano de obra prisionera, barata y casi esclava a la Alemania nazi. Alojados en Berlín, sobrevivieron a muchas penalidades y, cuando el régimen de Adolf Hitler sucumbió en 1945, se sumaron a la liberación de la capital alemana, ocuparon la Embajada franquista e izaron la bandera tricolor de la República.
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