Las protestas contra la violencia policial racista cobraron fuerza este martes en distintas ciudades de Estados Unidos, desafiando de nuevo toques de queda y nutridas por la indignación de cientos de personas ante la amenaza de militarización del presidente Donald Trump y las tácticas usadas para despejar a los manifestantes.
Según el recuento de The Associated Press, al menos 9.300 personas han sido arrestadas en protestas en todo el país desde la muerte de George Floyd. Los Ángeles ha registrado 2.700 detenciones, seguida de Nueva York, con unas 1.500. La policía de Dallas, Houston y Filadelfia también ha arrestado a varios cientos de personas, según la agencia.