María Teresa Manzo tenía 28 años, hacía dos que vivía escondida por la dictadura militar argentina, de la que hoy se cumplen 45 años (1976-1983). A su marido, militante de la Juventud Peronista y Montoneros, lo habían secuestrado y ella estaba sola con Victoria, su hijita de 3 años. Se habían venido de Santa Fe a Buenos Aires. En noviembre de 1978, un grupo de tareas las levantó en plena calle.
“Me acuerdo de ir paseando con ella de la mano y de repente sentir que se soltaba.