El 25 de octubre de 2019 ocurrieron dos cosas importantes en la vida de Giovanna Grandón, de 45 años, que marcaron el inicio de la Constitución de un nuevo Chile. Primero, se disfrazó de Pikachu y, segundo, se tropezó en un bordillo mientras trataba de caminar envuelta en ese plástico amarillo que le convertía en el personaje de ficción más popular del siglo XXI y en la persona más patosa de la histórica marcha que reunió a 1,2 millones de personas, solo en Santiago de Chile, para protestar contra la desigualdad y la injusticia de las políticas neoliberales del país.