El Tribunal Supremo de Israel ha dado comienzo al nuevo año con una decisión que desafía al Gobierno ultraderechista de Benjamín Netanyahu y abre un nuevo conflicto para el Ejecutivo, sumido en la guerra de Gaza desde hace casi tres meses. La polémica reforma judicial que Netanyahu impulsó hace un año y la ofensiva en la Franja serán cuestiones fundamentales en la identidad israelí durante mucho tiempo y ambos están relacionados.
La más alta instancia judicial del país anuló este lunes una ley que el Parlamento había aprobado en julio casi con rango constitucional y que arrebataba al Poder Judicial la capacidad de revisar y revocar decisiones gubernamentales en base a su "razonabilidad".