La fuerte controversia generada en Estados Unidos por una serie de muertes asociadas al consumo de productos para el vapeo ha sacudido los cimientos de un sector por el que las grandes tabaqueras han comenzado a apostar con fuerza, y ha derivado ya en dimisiones y ruptura de operaciones empresariales.
Esta misma semana, la consejera delegada de la tabaquera Imperial Brands (fabricante de marcas como Winston), Alison Cooper, anunció que dejará el cargo, en un movimiento que se produce sólo unos días después de que la compañía empeorara sus previsiones económicas como consecuencia de las mayores restricciones al vapeo que se están aplicando en Estados Unidos.