Resulta evidente que hormiga grande y elefante grande evocan en nuestra mente tamaños muy diferentes. Se da incluso la paradoja de que elefante pequeño evoca un tamaño mayor que aquel con el que relacionamos hormiga grande. Esto se debe a que el uso de los adjetivos dimensionales (grande, pequeño, largo, estrecho…) implica siempre de una clase de comparación respecto a la que relativizar su valor cuantitativo.
Probablemente, el lector, de forma intuitiva, haya entendido que la hormiga grande a la que hacíamos referencia era grande con relación al conjunto de las hormigas.