Las obras de restauración de la Catedral de León, también conocida como Pulchra Leonina, están sirviendo para algo más que para la recomposición del rosetón de la fachada principal. También están investigando la autenticidad de las 97 piezas que lo componen, ya que se dudan de que sean las originales.
El administrador del Cabildo Catedral de León, Mario González, ha explicado que, tras su restauración a finales del siglo XIX en el desaparecido taller Rigalt, Granell & Cía de Barcelona, se han encontrado con que algunas de ellas podrían no ser las auténticas: "Tenemos algún dibujo en el que no coincide lo que se llevo con lo que vino.