A lo largo de las últimas décadas, el cine de venganzas relacionadas con violaciones se ha ido convirtiendo en un lugar común. Incluso suele recibir una etiqueta definitoria que describe fríamente sus etapas narrativas: rape and revenge, violación y venganza. En películas como El manantial de la doncella, de Ingmar Bergman, o La última casa a la izquierda, de Wes Craven, eran los familiares de mujeres atacadas y asesinadas quienes vindicaban sus muertes. Obras como La violencia del sexo (también conocida por su título original, I spit on your grave) acometieron esta variación que generó una nueva fórmula: las agredidas sobrevivían y castigaban personalmente a sus agresores.