En una semana Hollywood ha puesto el acelerador en la carrera de premios que culmina con la ceremonia de los Oscar. Este es un curso extraño, donde se ha producido una polarización entre los taquillazos y el cine ‘adulto’ que normalmente triunfa en los premios y entre la crítica, y los Oscar deberán posicionarse. Este año no hay, como en otras ocasiones, una ganadora clara como ocurrió con Nomadland. Desde que se cambió la forma de votar y se pasó al sistema preferencial las estadísticas se han roto, pero siempre quedan los premios de los sindicatos y gremios para ver por dónde van los tiros.
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