Cuando los dirigentes del Partido Popular se quedan sin argumentos, siempre echan mano del mismo
Embusteros, charlatanes y vendedores de crecepelo: dónde están los terrenos pantanosos de la mentira
El léxico interno del periodismo se enriqueció hace ya tiempo con un término muy revelador: fuercing. Como en todo lo que tiene que ver con el genio del idioma, se ignora quién fue el inventor del palabro. ¿Y qué diablos es un fuercing en periodismo? Pues un titular que no refleja exactamente lo que se cuenta en el texto que lleva debajo, o un texto que parece informar de hechos contrastados pero que en realidad está lleno de conjeturas y condicionales que dejan completamente en el aire lo que se afirma, o una opinión pura y dura disfrazada de información… En fin, cualquier material en el que se haya ejercido demasiada fuerza de ahí lo de –fuercing– para que parezca más grande o más relevante o más novedoso de lo que realmente es.