Los episodios de violencia contra civiles palestinos, tanto por parte de unidades regulares del Ejército israelí, como por el ala radical del movimiento de colonos, continúan multiplicándose en Cisjordania cuando se cumplen siete meses del comienzo de la guerra en Gaza.
Si antes del 7 de octubre el nivel de violencia en este territorio no tenía precedentes desde el año 2000 –más de 200 palestinos murieron por fuego israelí en los primeros 9 meses del 2023, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU–, en las últimas semanas ha alcanzado cotas intolerables hasta el punto de provocar varias advertencias por parte de Estados Unidos, el principal aliado y proveedor de armas de Israel.