Más de 235.000 personas se han desplazado en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, en las últimas dos semanas, como consecuencia de la intensificación de los bombardeos rusos y del Ejército sirio en el último bastión opositor del país, según un informe de Naciones Unidas.
Esta nueva oleada masiva de desplazados se produce en el marco de la intensificación de las operaciones de la aviación rusa y el Ejército sirio, que han dejado decenas de muertos en medio de la campaña que Damasco reanudó el pasado 19 de diciembre para recuperar el último bastión opositor.
Además, la ONU añadió que desde el 16 de diciembre decenas de miles de personas han huido del sur de la provincia de Idlib hacia el norte, como consecuencia de los bombardeos diarios sobre las localidades del sur.