El transporte, como la vivienda, condiciona la vida en Madrid. El 58% de los viajes en la región son en transporte público o a pie, porcentaje que aumenta según nos acercamos al centro y la gente depende menos del coche.
Hace 35 años, el Consorcio —el órgano que dirige el transporte de todos los municipios, para que haya solo una y no decenas de redes independientes— creó el Abono Transporte, una tarjeta personal que permite moverse a precio fijo mensual en todos los medios: metro, tren, autobús urbano e interurbano.