El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, celebró ayer su primer mes en Estados Unidos homenajeado por unos 600 seguidores, en un restaurante de Orlando (Florida), donde reiteró su intención de volver a la política brasileña y cuestionó abiertamente el resultado de los comicios celebrados en octubre. "Mucha gente sigue conmocionada por lo ocurrido en las elecciones. Al final, nos quedamos con un signo de interrogación en la cabeza", dijo ante una pequeña representación de la diáspora brasileña, desplazada desde distintas partes del país, y convocada por la organización ultraconservadora Yes Brazil USA.