Chile podría convertirse en el primer país del mundo en acumular dos procesos constituyentes fallidos. Entre ambos ha pasado solo un año y tres meses, pero el recorrido constitucional empezó en octubre de 2019 con un estallido social que dio paso a la mayor ola de protestas desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, en 1990. Las masivas movilizaciones, que se extendieron hasta la llegada de la pandemia, en marzo de 2020, empujaron a los partidos políticos a buscar una salida institucional a la crisis y abrir un proceso constituyente que se ha dilatado durante más de cuatro años.