Los vecinos y desplazados de Rafah, en el atestado sur de la Franja de Gaza, dormían cuando un nuevo bombardeo los despertó. "Nos desplazaron de Tal al Hawa a Rafah a petición del ejército israelí, y esto es lo que nos ha pasado”, decía un hombre palestino en declaraciones recogidas por Al Jazeera. “Mi hijo es un mártir de tres meses”, añadía el hombre, cuyo bebé acababa de fallecer en la vivienda, ahora teñida de gris y convertida en escombros. Pensó que estarían más seguros si cumplían la directriz de las tropas israelíes de abandonar el norte del territorio, pero no fue así.