Cada vez parece más seguro que las elecciones anticipadas serán una realidad en Portugal. Con un gobierno que solo cuenta con el apoyo de 80 diputados de los 116 necesarios para la mayoría absoluta, en el país ya ha quedado claro en poco más de un mes de andadura del Ejecutivo que también se gobernará a través de las medidas que los partidos de la oposición intentarán forzar en el Parlamento. No es una situación inédita, pero está disgustando al Ejecutivo conservador.