Israel celebró elecciones legislativas el 9 de abril pero desde entonces el primer ministro en funciones Benjamín Netanyahu no ha conseguido encontrar el pacto necesario para gobernar. Este martes, Israel vota de nuevo en unos comicios adelantados o una repetición electoral, según se mire, que supone un episodio inédito en la política del país.
Consciente de la potencial fuga de votos por la derecha y transmitiendo mensajes de impacto orientados especialmente al más de medio millón de colonos que residen en los asentamientos de Cisjordania y Jerusalén Oriental –que a pesar de no representar un gran porcentaje de la población, presentan un índice de movilización superior al de la media–, Netanyahu sacó dos conejos de su inagotable chistera política.
Leer más: Repetición electoral en Israel: 'magia exprés' para facilitar el desempate