Uno de los condenados por el asesinato de la periodista rusa Politkóvskaya fue liberado para combatir en Ucrania

Un policía condenado a 20 años de cárcel por coordinar el asesinato en 2006 de la periodista rusa Anna Politkóvskaya fue liberado y combate actualmente en Ucrania, según ha informado el canal de Telegram Baza y ha confirmado su abogado a la agencia AFP.

El checheno Serguéi Jadzhikurbánov, que fue condenado en 2014 por un tribunal ruso, aceptó a finales de 2022 combatir en el frente a cambio de su liberación. "Como combatiente de las fuerzas especiales, se le ofreció un contrato para participar en la operación militar especial.

.. cuando el contrato caducó, fue indultado por decreto presidencial", señala el abogado. El Kremlin reconoció la semana pasada el uso de presos como reclutas.

Comenzó como comandante de una unidad de inteligencia y después fue ascendido a comandante de batallón, según la fuente citada por Baza. Jadzhikurbánov cumplió los seis meses obligatorios de combate, pero llegado el plazo decidió prolongar su contrato.

En 2014 la Justicia rusa condenó a 20 años al expolicía y a cadena perpetua a Rustám Majmúdov, autor material del asesinato, y a su tío, Lom-Ali Gaitukáev, quien habría ideado el crimen. En total fueron condenadas seis personas. Jadzhikurbánov es un expolicía del departamento de la lucha contra el crimen del Ministerio de Interior ruso.

Tanto la familia de Politkóvskaya como la dirección de Novaya Gazeta, donde trabajó la periodista, han puesto en varias ocasiones en duda que los condenados sean los únicos organizadores del asesinato y han criticado la falta de transparencia de la investigación oficial.

El asesinato de Politkóvskaya, que nació en Nueva York en 1958, fue perpetrado cuando la periodista preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia, que fue publicado por sus compañeros cinco días después de su muerte.

Los medios y las familiares de las víctimas han denunciado en los últimos meses la puesta en libertad de presos condenados a largas penas de cárcel por graves crímenes, incluido delitos de sangre.