Cómo aprovechar la cumbre UE-CELAC para garantizar los derechos de la juventud ante la transición energética y digital

La Cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se celebra estos días en el primer mes de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Una presidencia que puede ser clave para impulsar un proyecto europeo más ambicioso en lo social, inclusivo y especialmente multiactor. Una oportunidad para afianzar las relaciones con América Latina con la mirada puesta en el futuro hacia la resiliencia en materia de crisis climática y, además, priorizar las necesidades de la juventud, en un contexto de transición energética que demanda su presencia en la toma de decisiones sobre las políticas que afectará a sus vidas en las próximas décadas.

Precisamente desde la juventud y la sociedad civil se reclama un proyecto europeo anclado en una democracia que proteja los derechos humanos de las personas en situación de vulnerabilidad y que impulse espacios de diálogo multirregional para construir un nuevo modelo de gobernanza entre UE y América Latina equitativo, participativo e inclusivo.

Varias organizaciones sociales hemos puesto en común en el “Foro América Latina y Caribe: socios para el cambio” que es imprescindible reclamar un trabajo específico, universal y garantista en todas las etapas educativas, junto a un blindaje de los derechos humanos, para lograr el acceso de la juventud a un empleo digno. Esto se hará mediante el impulso de capacidades y competencias clave, no solo desde su incorporación a los llamados empleos verdes, sino también hacia una educación democrática que garantice mecanismos de participación interseccional en lo regional y en los territorios a nivel local. Dos áreas prioritarias: educación de calidad y universal sumada a la generación de oportunidades de empleo digno y emprendimiento. Garantizar el acceso a centros educativos inclusivos, con cultura democrática y enfoque de derechos humanos que faciliten la transición entre etapas educativas y el acceso al mercado laboral, enfocándose desde la perspectiva de género, la interculturalidad, la interseccionalidad y la transición justa. Todo esto no solo es justo, servirá para fortalecer la sostenibilidad socioeconómica de las regiones a través de la participación, el emprendimiento y la generación de empleo local sostenible en el territorio.

La cumbre UE-CELAC también se convierte en una oportunidad para destacar la importancia del arraigo y los derechos de la juventud a la diversidad y multiculturalidad, y a decidir cómo definir su futuro. Fomentar las condiciones para que la juventud pueda empoderarse, tomar acciones y promover iniciativas de empleo y emprendimiento sostenibles a través de capacitaciones técnicas y tecnológicas, el diálogo entre actores locales y la actualización y adaptación a las necesidades del mercado laboral con el fin último del pleno desarrollo personal integral.

Por ello, la colaboración en red con actores clave en toda la cadena, desde la toma de decisiones a la implementación de medidas, es fundamental: desde los acuerdos de la Cumbre UE-CELAC a los ministerios de educación/formación profesional de cada país, la sociedad civil organizada, a las empresas y administraciones locales. El diálogo social, participado y abierto es imprescindible para garantizar una transición justa. Uno de los principales reclamos de las organizaciones sociales es la necesidad de generar un mecanismo de monitoreo y seguimiento que permita garantizar la participación de los jóvenes en la toma de decisiones sobre las políticas públicas y las nuevas oportunidades que se generan en el marco de la cumbre. Recordando que es un compromiso asumido por la propia Unión Europea.

En el Foro de la sociedad civil en el marco de la Cumbre UE-CELAC también se ha puesto de manifiesto que la relación entre la UE y América Latina debe ir más allá de una relación entre jefes de Estado y de Gobierno, potenciándose la participación de la sociedad civil, especialmente la de las mujeres y pueblos originarios, mediante mecanismos de cooperación y diálogo permanentes, que incluyan conocimientos y saberes ancestrales y soluciones basadas en la naturaleza que garantice la sostenibilidad de la vida de las personas en situación de vulnerabilidad.

La Cumbre UE-CELAC se encuentra ante el hito trascendental de incorporar nuevas líneas de acción, en el marco de la estrategia Gateway, fortaleciendo competencias educativas para afrontar los retos y desafíos futuros, incorporando la transversalidad de enfoques inclusivos como la igualdad de género, la interculturalidad, y la participación real, efectiva y deliberativa de la juventud en el futuro próximo y urgente de la crisis climática. La Cumbre UE-CELAC puede ser una oportunidad para marcar un paso importante en esta dirección.

María Elena Oliveros Palomo es responsable de Educación para la Ciudadanía Global de Ayuda en Acción