Los había que resoplaban con tono de alivio hace unos días en Alemania al ver que, aunque muy ligeramente, la inflación era menor en noviembre que el pasado mes de octubre. En noviembre los precios subieron un 10%, según las cuentas que presentaba esta semana la Oficina Federal de Estadística (Destatis, por su acrónimo alemán). Ese porcentaje es cuatro décimas inferior al atribuido a la subida de octubre (10,4%).
Al ver esa reducción del 0,4% en la subida de los precios, ha habido quien ha señalado que la economía alemana, especialmente dolida por sus dependencias de los hidrocarburos rusos, veía “un resquicio de esperanza en el horizonte”.
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