El Gobierno estima que su nuevo plan de descarbonización va a tener un efecto redistributivo y beneficiará más a los hogares con menos renta. Así se desprende de cálculos internos que maneja el Ministerio para la Transición Ecológica sobre la propuesta de actualización del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), que presentó a finales de junio.
De acuerdo con esas estimaciones, a las que ha tenido acceso elDiario.es, el nuevo PNIEC permitiría, de cumplirse con las previsiones que se recogen en ese nuevo borrador, reducir un 21% en 2030, en comparación con 2019, la cantidad de la renta de los hogares más pobres que se 'come' la factura energética: electricidad, gas, carburantes y otros hidrocarburos.