Las empresas pueden desempeñar un papel clave en la lucha contra la violencia de género. En su poder tienen una llave que para muchas mujeres supone poder salir del círculo de violencia en el que viven: el empleo. Tener un trabajo que les brinde la autosuficiencia económica es fundamental, dado que es frecuente que las víctimas se hayan desvinculado del mercado laboral, señalan los expertos. Los sindicatos llaman la atención sobre que algunas herramientas específicas para la impulsar la inserción laboral de este colectivo, como las bonificaciones a las empresas para su contratación, se usan muy poco: solo hubo alrededor de mil contratos de este tipo en 2018.