Representantes de la industria tabaquera destacaron hoy la necesidad de que en los países de Latinoamérica exista un marco regulatorio que autorice a las empresas del sector presentar nuevos productos "menos dañinos para la salud" que los cigarrillos tradicionales, como ya ocurre en Estados Unidos.

"EE.UU. es el único país en el mundo que tiene un régimen específico que reconoce e incentiva el desarrollo de productos menos dañinos para la salud", señaló el vicepresidente de asuntos externos de la compañía tabaquera Philip Morris International (PMI), J.B. Simko, en declaraciones a un grupo reducido de medios, entre ellos Efe.

Esto es "muy importante" para la industria tabaquera, ya que las normas de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) "permiten que se minimicen las consecuencias no deseadas" del uso de los productos, de acuerdo a la vicepresidenta de PMI de la rama científica, Moria Gilchrist.

"Para mí, que conozco la ciencia detrás de los productos, esto es realmente importante. Prohibirlos porque se tiene miedo a las consecuencias es una completa pérdida de oportunidad, ya que estos productos pueden ayudar a reducir el número de fumadores", subrayó Gilchrist.

Los directivos hicieron estas valoraciones en el marco de la Conferencia de Regulación y Política de Tabaco y Productos de Nicotina, celebrada estos días en Washington y organizada por el Instituto de Derecho de Alimentos y Drogas (FDLI, en sus siglas en inglés).

Este encuentro reúne a unos 300 representantes de la industria tabaquera, agencias gubernamentales, abogados, defensores de la salud pública e investigadores, entre otros.

"Las leyes para el control del tabaco en Latinoamérica están pensadas para regular cigarrillos. En su mayoría, son leyes diseñadas para controlar la comercialización de productos que se fuman, es decir, en los que el tabaco se quema para que el fumador reciba la nicotina en el humo", dijo a Efe el director de comunicación para Latinoamérica y Canadá de PMI, Javier Marín.

En este sentido, Marín defendió que los productos "libres de humo" son distintos a los cigarrillos en todos los aspectos, por lo que aseguró que es importante adecuar el marco regulatorio en los países latinoamericanos para el uso de estos productos.

"Una regulación particular para este tipo de nuevos productos -continuó- facilitaría que los consumidores tuvieran acceso a información veraz y completa a la que tienen derecho, que se sintieran incentivados para escoger productos menos riesgosos y, sobre todo, contribuiría a evitar que los menores de edad o las personas que no fuman se inicien en el consumo de estos productos por no tener información adecuada".

Según datos de PMI, 8,8 millones de fumadores adultos en el mundo han dejado de fumar cigarrillos tradicionales para pasar a usar Iqos, un sistema de tabaco calentado que no produce humo.